Cotilla

Es curioso el origen de este término.

En la RAE aparece como diminutivo de cota y en su primera acepción significa "ajustador que usaban las mujeres, formado de lienzo o seda y de ballenas", es decir, lo que conocemos como corsé. La cota era un arma defensiva del cuerpo, que se usaba antiguamente.


Cotilla


En su segunda acepción significa: "persona amiga de chismes y cuentos".




Según el Inventario general de insultos de Pancracio Celdrán, parece que el término deriva de la voz "cotilla" ya usada en el primer cuarto del siglo XVII con el valor ya mencionado de "corsé". Por ser artilugio exclusivamente femenino en su origen, el término pudo haberse extendido en su significación para calificar a la mujer chismosa, que quiere entrar en pormenores y detalles de vidas ajenas. Sin embargo, cuando la voz se utilizaba con el significado principal de "corsé", no tenía el valor semántico de chismosa.

El caso es que en el siglo XIX existió un personaje: la tía Cotilla, fanática antiliberal que llegó a matar por sus ideas radicales. En la Historia del Saladero, de Morales Sánchez, se aborda el personaje, una tal María de la Trinidad Cotilla, que estuvo al frente de una pandilla de ideas políticas absolutistas. Sus crímenes le valieron la pena capital, que se ejecutó en Madrid. Tenía una red de espías y chivatos a los que llamó "cotillas" (en alusión a quien pagaba sus servicios, esto es, María de la Trinidad Cotilla) que la ponían al corriente de cuanto ella estimaba que debía saber. A su muerte su nombre pasó a convertirse en sinónimo de persona que se presta a la murmuración y al chismorreo, a llevar y traer infundios, sin importarle la honra de los demás. De ahí la acepción que la RAE recoge posteriormente: "persona amiga de chismes y cuentos".


[Imágenes: cotilla; Pasión cotilla, Forges]

Jugando con las palabras

Convertir en un juego la lengua con la que hablamos es la mejor manera de interesarse por ella y de hacerla llegar a un gran número de personas.

Ha aparecido en El País un reportaje (Una palabra para honrar a la lengua) sobre las iniciativas lúdicas que ha propuesto el Instituto Cervantes sobre el español.



Una es el Ficcionario: todo el que quiera puede inventar una palabra. Yo he contribuido con "liricuento", término que pretende reunir todos aquellos cuentos -que son muchos- que expresan emociones y sentimientos de forma narrativa (la palabra está en proceso de aprobación). También se pueden votar palabras inventadas. Curioseando, me he topado con "esgaépolis" (sí, va de la SGAE jejejeeee...) a la que, por supuesto, he votado porque me parece buenísima.

Desde la página también invitan a proponer la palabra favorita del español. Esta es ya más difícil y me cuesta decidirme por una. La misma "palabra" ya es bonita, y hay otras más que me encantan: mariposa, camposanto, lirio, iris, ambar, amistad, cariacontecido, adivinanza... Hay un listado de las que los amantes del español han votado como sus favoritas. La más votada hasta ahora es "cachivache" y la segunda "libertad".

Novedades en la página son la elaboración de pictogramas (palabras ilustradas) tanto de palabras ya existentes como de inventadas, y el juego del español, un juego tipo Scrabble que permite medir el grado de conocimiento del español. El juego está realmente bien y os invito a que participéis. Podéis retaros tanto con la máquina como con otros contrincantes y hay varios niveles.

Todo esto se ha hecho con motivo de la celebración del Día del Español que tendrá lugar el sábado 19 de junio en los 73 centros que el Instituto Cervantes tiene repartidos por el mundo. El Día E es una jornada de puertas abiertas a la que puede asistir quien quiera. En la sección actividades hay un enlace en el que en breve aparecerán todas las actividades que se realizarán en cada uno de los centros.

[Imagen: El País (espero que no pase nada)]


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