Las gratitudes, Delphine de Vigan


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Cuando me imagino vieja, realmente vieja, cuando intento proyectarme dentro de 40 o 50 años, lo que me resulta más doloroso, más insoportable, es la idea de que ya nadie me toque.

Es esta la primera novela que leo de Delphine de Vigan y me ha dejado con ganas de leer más de ella, especialmente la que se considera su obra más importante hasta ahora, Nada se opone a la noche.

La historia que cuenta Las gratitudes me ha enternecido muchísimo. Michka es una anciana con afasia que pasa sus últimos meses de vida en una residencia. "Sucedió de golpe. De un día para otro", dice Marie (la persona con la que Michka está más unida). Y Michka es consciente de su deterioro; lo acepta sin caer en la autocompasión.

El fin se acerca, Marie, aceptémoslo. Me refiero al fin de la mente, a que se me vaya la cabeza, fiuuu, a que las palabras echen a volar. El fin del cuerpo no sé cuándo llegará, pero el fin de la mente ya ha empezado, las palabras se las pitan, chimpón.

A través de la voz de los dos narradores (Marie y Jérôme, el logopeda que trabaja en el geriátrico) conocemos la vida de Michka. Y entre ambas voces, surge también la de la propia anciana, que solo en sueños es capaz de expresarse con las palabras adecuadas, sin olvidarse de ellas. 

Es esta una novela minimalista, de tan solo tres personajes y un espacio (la habitación del geriátrico). Enternecen los diálogos porque es donde se muestra la frustración de Michka cuando no encuentra las palabras que quiere. Jérôme dice que "Sin el lenguaje, ¿qué nos queda?" y siente una pena inmensa con el deterioro progresivo del habla de la mujer.

En estos tiempos tan dados a despreciar el paso del tiempo y a idolatrar la juventud, es necesario leer historias que nos recuerden que la vejez es un paso natural en cualquier ser vivo, que hay que aceptarla y, sobre todo, que "Envejecer es aprender a perder". 

Perder la memoria, perder los referentes, perder las palabras. Perder el equilibrio, la vista, la noción del tiempo, perder el sueño, perder el oído, perder la chaveta.

Termino la entrada con las dos páginas del cuaderno de lecturas sobre esta novelita de tan solo 173 páginas que se lee en dos tardes.







Las propiedades de la sed, Marianne Wiggins


VALORACIÓN: ★★★★★★★★★


Lo primero que se lee de esta novela cuando la buscas en internet es que cuenta una gran historia de amor, que narra una "épica historia de amor ambientada en California en la segunda guerra mundial" (como se describe en la web de la editorial Libros del Asteroide) y eso creó en mí unas expectativas que me hicieron impacientarme por ver esa historia de amor concretada de una  una vez. Hay amor, sí, de hecho, hay varios romances pero se cuecen lentamente y echan a hervir avanzada la novela. Yo la he percibido como un homenaje al amor en toda su amplitud: al amor por la tierra, por la comida, por los animales, por el agua, por los martinis, por la familia, por las montañas, por los libros, por los personajes de Shakespeare... Y por supuesto, es un canto al amor romántico y apasionado pero tratado sin ser empalagoso. Yo creo que es una novela sobre la lucha por los ideales, principalmente. De hecho, la frase con la que se inicia la novela: "No puedes salvar lo que no amas" se repite casi como un mantra a lo largo de la historia.

Los protagonistas son Rocky Rhodes y su hija Sunny. Secundarios con mucho protagonismo son la hermana de Rocky, Cas (maravilloso personaje, dotado de una personalidad arrolladora) y Schiff, el joven abogado judío encargado del campo de concentración de los japoneses estadounidenses que durante la segunda guerra mundial se vieron obligados a abandonarlo todo para irse a vivir a estos campos de internamiento tras el ataque de Pearl Harbour. Está ambientada en la década de los 40

Una de las cosas que más me han gustado es el estilo tan personal de Wiggins. La escritora mete en la novela lo que le da la gana, incluyendo recetas. Hay referencias a filósofos, escritores y músicos. Y el cine está muy presente, con actores que aparecen en algunas escenas, incluyendo el rodaje de una película.

La autora sufrió un ictus cuando estaba a punto de finalizarla y fue su hija quien acaba colocando todas las piezas de la novela en la versión que nos ha llegado.

La novela está narrada en 3ª persona, pero es un narrador externo que adopta el punto de vista de cada personaje. De esta forma, se convierte en una novela polifónica, que es aquella en la que se enfrentan las diferentes visiones de la realidad representadas en cada personaje.

Dejo aquí el diario de lectura que hice de la novela.











La chica de al lado, Jack Ketchum

 


                                                VALORACIÓN: ★★★★★★★★★

                                                Nª de páginas: 329

                                                Año de publicación: 1989


Acabé 2024 y comencé 2025 con esta tremenda novela que califico con tres palabras: crueldad, angustia y pánico.

Jack Ketchum ha escrito una historia basada en un hecho real ocurrido en 1965: la muerte de Silvia Likens, una adolescente que fue torturada y asesinada por su cuidadora, por sus hijos y amigos.

La novela es absolutamente recomendable, a pesar de su dureza.

Me he animado a comenzar este año un diario de lecturas, cosa que nunca he hecho y espero que no termine en el abandono (como tantas otras cosas que comienzo). Así que dejo aquí las hojas escritas a mano en las que recojo mi comentario sobre la novela y tres fragmentos seleccionados. Aprovecho para desearos feliz año lleno de buenas y fructíferas lecturas.



Transcripción de lo escrito en el Diario de lecturas:

Jack Ketchum (1946-2018), elogiado por Stephen King, pasó su infancia sin socializar mucho, leyendo cómics y libros y paseando por el bosque. A menudo sus historias se basan en hechos reales, como esta novela.

La chica de al lado está inspirada en el asesinato de una joven llamada Sylvia Likens en 1965. Es una novela cruel y angustiosa.

El narrador es David, un vecino de los Chandler. Su mejor amigo es Donny, hijo de Ruth, una mujer alcohólica que vive en la creencia de que todas las mujeres son unas zorras que solo piensan en follar y en los tíos.

Ruth acoge a dos familiares lejanas, primas segundas o terceras, que se han quedado huérfanas: Meg (de 15 años) y Susan (su hermana pequeña).

La protagonista es Meg, y David (vecino) narrará los hechos como testigo de unos acontecimientos que le acabarán superando.

En esta novela no hay ni un personaje bueno, al contrario, todos se enganchan como unos yonquis a la maldad (Después de aquel día, yo era como un adicto y mi droga era el querer saber lo que era posible. El conocer cuán lejos podía llegar aquello. Hasta dónde ellos se atreverían a llegar) y las páginas se llenan de verdadero pánico, y esto es lo que hace que no puedas dejar de leerla hasta el final.

Es un desgarrador viaje emocional.







Los usos de la antilambda o diple < >

<      >

Los usos de este signo ortográfico auxiliar está muy limitado a determinados ámbitos.  

La antilambda dio origen a las comillas latinas, que son «estos signos», por lo tanto, el uso de la antilambda o diple <<como comillas>> no es correcto ya que hay un signo concreto para este uso.

  Como signo simple tiene dos usos:

1. Se utiliza en matemáticas para indicar que la cifra que le precede es mayor > o menor >

7 > 5

5 < 7

2. En lingüística histórica indica que la palabra que le precede da origen a otra (o al contrario)

lupus > lobo

silla < sella

➽ Como signo doble sus usos correctos son los siguientes:

1. En textos históricos encierra los signos o fragmentos que faltan: P<ri>mer día (se escribe sin espacios, como si fuera una sola palabra).

2. En informática para encerrar las direcciones de correo: Mi dirección de correo es <crato@gmail.com> o para encerrar las etiquetas de los lenguajes de marcación como HTML o XML.


Más información sobre este signo:

La RAE: antilambda o diple

Wikipedia: antilambda


Vivir abajo, Gustavo Faverón Patriau


La nueva literatura hispanoamericana es, en general, excelente. Todos los libros de autores latinoamericanos que caen en mis manos me gustan mucho (o muchísimo): Mariana Enríquez (mi favorita), Mónica Ojeda, Benjamín Labatut, Leila Guerriero (otra favorita) y Gustavo Faverón Patriau. 

Vargas Llosa destacó en la V Bienal de Guadalajara (en una conferencia en mayo de 2023) esta nueva narrativa latinoamericana subrayando su originalidad y no puedo estar más de acuerdo.

En Vivir abajo encontramos muchas historias que se entrecruzan. Historias que un personaje abre para contar su historia u otra de otro personaje. Todos ellos tienen algo que contar de otros o de sí mismos. Esto convierte esta novela en una novela polifónica: historia contada con las voces de varios personajes (exponer y contrastar lo que se cuenta desde diferentes ángulos).

Faverón estructura la novela en cuatro partes y en todas aparece el protagonista, George Bennett, aunque no siempre la novela está focalizada en él. Huyo como de la peste de las novelas que no sueltan al personaje principal ni a tiros.

Según leía la novela me venía a la mente Relatividad, de Escher. No solo por la ilustración de la portada (con un estilo similar a los grabados de Escher) sino por el laberinto en el que se mueve la historia.


En esta litografía, todas menos una de las puertas parecen conducir a sótanos. Con esta obra, Escher nos quiso dar a entender que la realidad es inquietantemente relativa en el sentido de que nada es cien por cien seguro (al menos, así lo entiendo). Lo que nos cuenta Faverón va en esta misma línea: la realidad puede tener muchas caras y las verdades absolutas no existen.

En relación al título, Vivir abajo, no solo hace referencia a la vida paralela que hay en los sótanos de las casas (la novela está llena de sótanos), manicomios o calabozos sino que también se trata de dar voz a los que forman parte de la clase social más baja (pobres, campesinos, trabajadores) frente a los dictadores, los nazis, los militares... en definitiva, los que tienen el poder y abusan de él para retorcer la vida a su manera. Se habla de torturadores, de genocidios, de crímenes, de violaciones...

El propio escritor señala (en este vídeo) que no es solo una novela histórica sino que es una novela sobre la transmisión de la violencia dentro de las familias y sobre las relaciones entre padres e hijos.


ARGUMENTO

Comienza en Perú, cuando un cineasta americano comete un tenebroso homicidio en el sótano de una casa el día de la captura de Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso. La prehistoria de ese crimen viene de veinticinco años antes y su solución tomará otros veinticinco. El lector descubrirá maravillado cómo las piezas del enigma emergen de catacumbas, manicomios y cárceles subterráneas a lo largo de un viaje infinito por los oscuros calabozos de la historia de América Latina, Europa y los Estados Unidos.

Se divide en cuatro partes de diferente extensión. La primera parte nos introduce al inquietante personaje. La tensión narrativa está motivada por la personalidad del protagonista, que no se sabe muy bien de qué va. En cualquier momento te puedes esperar lo peor que alguien pueda hacer. A partir de aquí ya tienes que seguir, porque quieres saber quién es George.

Faverón cuenta, en una entrevista en Zenda, que tardó tres meses en escribir la novela (que son los mismos que Cervantes tardó en escribir la 2ª parte del Quijote). Dice que aprovechó las vacaciones para hacerlo. Las mil páginas del borrador inicial se redujeron a 664.

No es una novela fácil de leer (a mí no me lo pareció). Es una novela para leer sin prisa. Algunas veces he tenido que retroceder a releer alguna página para no perderme entre los hilos de la trama, pero esto no quita que sea una de las mejores últimas novelas que he leído porque es evidente que estamos ante una obra de gran calidad literaria.

La novela ha sido finalista del III Premio Bienal de novela Mario Vargas Llosa.


DATOS EDITORIALES:

Editorial Candaya. 664 página (interesante editorial con un fondo a tener en cuenta).

1ª edición: 2019


Enlaces a otras críticas y comentarios sobre la novela:

👉 Una historia de violencia

👉 Un libro al día: Gustavo Faverón Patriau, Vivir abajo (esta crítica es la que me llevó a leer el libro junto con algún buen comentario leído en redes sociales)







El libro de los Baltimore, Joël Dicker

 


    Con esta novela terminé el 2023 y comencé el nuevo año.

   Tenía que haberme puesto en guardia cuando los comentarios a la novela están precedidos por los premios conseguidos con la anterior:

Por el ganador del Premio Goncourt des Lycéens, del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, del Premio Lire, del Premio Qué Leer y del Premio San Clemente.

    

    La compré en Cádiz, a donde me fui a pasar unos días de navidades de 2023. A pesar de que llevaba una novela bastante gordita (Lecciones de química, de Bonnie Garmus, que me encantó), tuve que comprar esta porque la anterior la devoré. Buscaba algo que me enganchara y que no fuese demasiado profundo (hay veces que una necesita lecturas que no hagan pensar demasiado).

    Me decidí por esta por dos motivos: uno, había leído La verdad sobre el caso Harry Quebert (que me había enganchado y gustado) y dos, las críticas tan positivas a esta novela (incluyendo un podcast de libros que suelo seguir y del que me fío bastante). 

    Esta novela no tiene nada que ver con La verdad... Reconozco que me esperaba algo parecido o al menos en la misma línea de resolver un misterioso asesinato.

    Leída la novela, las críticas me parecen un tanto ridículas: «El Libro de los Baltimore es una novela titánica, nabokoviana, altamente recomendable».

   Significado de titánico: "desmesurado, excesivo" (RAE). A ver... novelas titánicas son En busca del tiempo perdido, Ulises o Los Buddenbrook. Pero, ¿esta?

    Dicker recupera al escritor Marcus Goldman para contar una historia familiar muy trágica (o más bien cabría hablar de dos historias familiares). La estructura está enfocada a engancharte así como el ritmo de la narración. Cada capítulo termina con un clímax que te obliga a seguir leyendo, como si de una serie de Netflix se tratara. Es una novela muy bien trabajada y con unos personajes que van adquiriendo profundidad a medida que va avanzando la novela. Todo gira en torno al Drama (la gran incógnita), que es el eje sobre el que se estructura la historia. Hasta ahí bien.

Peeeero...

...la historia se va volviendo cada vez más previsible y eso, creo, que ha sido determinante para que la historia (o las historias del libro) no  me conmovieran apenas nada (solo de uno de los personajes, que no voy a desvelar). 

    Con cada giro mostraba indiferencia. Quizás porque hay (en mi opinión) un exceso de calamidades que convierten la historia en un sinfín de tragedias. Los giros son necesarios para mantener la intriga, sí, pero su acumulación en el tercio final de la novela solo puede redundar en una falta de credibilidad y en un exceso de incredulidad.

    No hay reflexiones profundas y las que hay parecen escritas para lectores poco exigentes.

    Y luego están las casualidades increíbles, que funcionan muy bien en la vida real (de esas que cuando te pasan, dices: "Es que la realidad supera la ficción"), pero que en una novela tienen que estar muy bien traídas para que funcionen y te las creas sin cuestionar nada. 

    Un ejemplo:

Primeras páginas: Marcus acaba de mudarse para escribir un libro (sobre la familia Baltimore). Aparece un perro perdido. Lo mete en su casa y le da de comer. Al día siguiente busca al dueño y resulta que el perro pertenece a su exnovia, que vive puerta con puerta con su novio actual.

    En conclusión: que si te apetece leerla, encontrarás una historia entretenida que medio te enganchará pero que no va a aportarte nada útil (ni malo ni bueno) ni te hará pensar ni te enseñará nada. 

    

Y ahora me toca a mí plantear una intriga personal: 

¿Por qué la manía de comparar a Dicker con Nabokov? 





Los destrozos, Bret Easton Ellis

    Cuando leí (recién salido) American Psycho, me había gustado mucho. Es una novela que todavía recuerdo, y sobre todo me viene a la cabeza el estilo tan peculiar de este escritor.

          
    Los destrozos no sé si la supera porque tendría que releer la otra para saberlo. Pero sí puedo decir que te mantiene en una tensión continua y que se lee de una forma muy fluida. La novela engancha sin remedio y no te aburre en ningún momento. 

El suspense está asegurado.

    Fue el tocho del verano de 2023 (680 páginas) y cuando escribí el comentario en instagram comparé esa tensión narrativa a "la lluvia de hoy, que no sabes cuándo va a volver a descargar a lo bestia".

    Narra en primera persona unos hechos que le sucedieron al propio escritor en 1981 (cuando tenía 17 años) con un asesino en serie pululando por L.A. y una secta de pirados. 


Argumento:
A sus diecisiete años, Bret está a punto de empezar su último curso de secundaria en Buckley junto a su exclusivo y sofisticado grupo de amigos: Thom, Susan y Debbie, novia de Bret, experimentan con el sexo, el alcohol y las drogas mientras aprovechan los últimos días de verano. Pero este sueño paradisiaco se desmorona con la llegada de un nuevo alumno: Robert Mallory es brillante, guapo y carismático, pero algo en él no encaja, y nadie más que Bret parece darse cuenta de que ese algo podría estar relacionado con la aparición del Arrastrero, un asesino en serie que amenaza a los adolescentes de la ciudad y a sus mascotas.





Alejandra Pizarnik

Flora Alejandra Pizarnik (1936-1972) fue una poeta y traductora argentina de quien podría decirse que vivió como una funambulista, siempre con el riesgo de perder el equilibrio... hasta que se lanzó al vacío (y sin red).

Foto de ABC


Su vida fue un eterno huir. Huir de su hermana perfecta (su infancia estuvo marcada por la comparativa con su hermana); huir de las convenciones sociales (es la "chica rara" del colegio); huir de su tendencia a la gordura (con barbitúricos y anfetaminas); huir de sí misma (se siente prisionera del asma y la tartamudez); huir del dolor (con analgésicos); huir de Argentina (se va a París); huir de los estudios convencionales para dedicarse escritura; huir, en definitiva, de la vida.

Imagen de CVC Cervantes


Murió con 36 años. Lo hizo aprovechando un fin de semana de permiso. Había salido del hospital psiquiátrico de Buenos Aires donde estaba ingresada por un cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio. El tercero, con cincuenta pastillas de Seconal, fue el definitivo.

Su obra ha sido una de las más rupturistas y de mayor influencia en la poesía contemporánea.


👉Más información sobre Pizarnik en CVC Cervantes.

👉En cultura.gob.ar tienes 13 poemas suyos.


El miedo

En el eco de mis muertes
aún hay miedo.
¿Sabes tú del miedo?
Sé del miedo cuando digo mi nombre.
Es el miedo,
el miedo con sombrero negro
escondiendo ratas en mi sangre,
o el miedo con labios muertos
bebiendo mis deseos.
Sí. En el eco de mis muertes
aún hay miedo.





Los diez derechos del lector

No es tontería. No. Que uno de los derechos de todo lector es dejar de leer un libro si no te gusta. Hay, de hecho, 36.000 motivos por los que dejar de leer un libro. Yo, incluso, he llegado a abandonar algún libro cuando me quedaban 20 páginas (a saber: La chica del tren -de una autora de cuyo nombre no me apetece acordarme- y Recursos inhumanos -una decepción por parte de un autor que me gusta mucho, Pierre Lemaitre-). He abandonado muchos más, pero nombro estos por ser los dos últimos.

😤😤😤😤😤😤😤


Este derecho lo descubrí un día de mi adolescencia. Creía que había que terminar todo libro que comenzara. Eso no me detenía a la hora de leer, porque siempre he sido lectora. Y reconozco que Guerra y paz, de Leon Tolstoi, lo terminé (y me gustó) gracias a no conocer ese derecho (tal vez tuviese 15 o 16 años cuando leí los dos primeros volúmenes) una novela que me hizo descubrir el derecho a saltarme aburridas páginas sobre la guerra. Me las saltaba a escondidas, como si el hecho de que alguien me descubriera haciéndolo fuera una especie de agravio a vaya usted a saber qué o quién. 


Y cuando les cuento esto a mis alumnos, que pueden dejar de leer si no les gusta, o que en un libro de cuentos puedes leer un cuento, dejarlo, y volver a leer otro cuando quieran, y leerlos en desorden. O que un libro puedes elegirlo porque te atrae la portada, o porque empieza de determinada manera, o porque tiene ilustraciones... Me escuchan embelesados como si les estuviera descubriendo todo un mundo. Bueno, pues lo cuento porque tengo una clase entera de 3º de la ESO enganchados a la lectura porque saben que tienen esta libertad. Y me siento orgullosa de este logro. 

Así que me apetece actualizar estos derechos que Daniel Pennac incluyó en el libro Como una novela. En esta obra Pennac se propone la tarea de que los adolescentes pierdan el miedo a la lectura. La novela tiene algunos años, pero... ¿qué más da cuándo se publicó? Los buenos ensayos no pierden vigencia, de la misma manera que estos diez mandamientos (ilustrados por el magnífico Quentin Blake) deberían estar colgados en las aulas de todos los centros escolares.



Bravo por Pennac: el primero de los derechos es el derecho a no leer. A partir de ahí, todo vale.



🙋Me encantaría que participaras en esta entrada contestando a esta sencilla pregunta: 
¿Cuál ha sido el último libro que has abandonado antes de llegar al final?


El lector de Julio Verne, Almudena Grandes

La gente dice que en Andalucía siempre hace buen tiempo, pero en mi pueblo, en invierno, nos moríamos de frío.

Antes que la nieve, y a traición, llegaba el hielo. Cuando los días todavía eran largos, cuando el sol del mediodía aún calentaba y bajábamos al río a jugar por las tardes, el aire se afilaba de pronto y se volvía más limpio, y luego viento, un viento tan cruel y delicado como si estuviera hecho de cristal, un cristal aéreo y transparente que bajaba silbando de la sierra sin levantar el polvo de las calles.

Así comienza esta entretenida, interesante y absorbente novela que forma parte de la serie "Episodios de una guerra interminable" escrita por Almudena Grandes en 2012. Es la segunda novela de esta saga.





Es una historia sobre la amistad. La que nace entre Nino (un niño de 9 años) con dos adultos: Pepe el Portugués (un misterioso forastero que vive en un molino en el monte) y Elena (que le abrirá las puertas al mundo de los libros).

Nada más abrir el libro, encontramos este emotivo poema de Cernuda:




¿De qué va?



El desarrollo de la historia abarca tres años (los que van de 1947 a 1949). 

Nino vive en Fuensanta de Martos con su familia, en una casa cuartel. La vida no es fácil para un niño que tiene inquietudes más allá de los planes del padre porque siga sus pasos de convertirse en guardia civil. Sin embargo, Nino siente que no encaja ni en ese pueblo cerrado ni con sus habitantes ni con su padre. Pepe el Portugués (que se convierte en el modelo de hombre que Nino quiere ser), doña Elena (su profesora particular) y los libros irán abriendo la mente de Nino (maravillosa es la parte de la novela en la que Nino entra en la casa de Elena y descubre su magnífica biblioteca). 

Nino se irá desengañando de muchas cosas al tiempo que descubrirá que la vida nunca es lo que parece. Pepe el Portugués le pregunta:

¿Qué clase de persona vas a ser tú? ¿A quién quieres parecerte?


Los personajes están determinados por sus propias circunstancias, por la necesidad de sobrevivir con toda la crudeza de la posguerra española (que en realidad sigue siendo una guerra).

Pero la novela es mucho más. Habla de los guerrilleros que tenían que esconderse en el monte, de los maquis, de la represión, de la sexualidad o de la hipocresía.

Así cuenta Almudena Grandes qué fue lo que le inspiró a escribir esta historia:







Enlaces multimedia

✅ En este vídeo del canal de TusquetsEditories en Youtube, Almudena Grandes describe a los personajes de la novela.

✅ En la web Planeta de Libros puedes escuchar un fragmento de la novela.


¿Por qué me ha gustado?

👉Porque la historia está narrada desde el punto de vista de un niño, y eso añade dramatismo y rabia al sinsentido de lo ocurrido.

Pensé que no era tan difícil decidir, que fingir era fácil, que llevaba toda la vida fingiendo, mintiendo, mintiéndome a mí mismo y a los demás [...]

👉 Porque los apodos de los personajes son geniales (y reales): Mediamujer, Saltacharquitos, Michelín, Ceulloduro, Fingenegocios, Comerrelojes, Regalito,...

👉Porque el descubrimiento de la lectura como fuente de placer es una de las cosas más maravillosas que te pueden pasar en la vida; el amor por los libros que va naciendo en Nino es el que cualquier amante de los libros ha vivido. El libro es todo un homenaje a la literatura, especialmente a los libros de Julio Verne. Dan ganas de volver a leerlos después del entusiasmo de Nino por su lectura.

👉 Por la magnífica ambientación y el rigor histórico.

👉 Por la fuerza de los personajes femeninos.

👉 Por el lenguaje tan rico y lleno de matices que consigue transmitir todo el drama que envuelve la vida de los personajes.

👎 Quizás como única pega encuentre que el exceso de personajes puede llegar a confundir un poco (a veces he tenido que retroceder para buscar sus primeras referencias, o subrayarlos para no perderme). En cualquier caso, los motes y apodos ayudan a no perderse.


Suelo huir de las novelas ambientadas en la guerra civil. No es un tema que me atraiga especialmente. Por otro lado, tenía una espina con Almudena Grandes. Hace mucho tiempo lo había intentado con Malena es nombre de tango y no encajé con la historia. Sin embargo, había leído críticas muy buenas de esta novela, así que me animé y me alegro muchísimo de haberlo hecho. Solo puedo recomendar leerla y yo, por mi parte, continuaré con esta saga y con otras novelas suyas.



Nota: 9/10


 

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