Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.
[Imagen: Homework? Sorry... I'd rather read Voltaire, Flickr]
Enlaces de interés:
- Miguel Angel Sanchez: Biografía de Max Aub (Liceus, portal de humanidades).
- Entresiglos: sitio web que recoge publicaciones de diferentes autores sobre el escritor.
- Héctor Brioso Santos: Max Aub o La historia universal del fraude (Matices).
- Juan María Calles: Un cierto Max Aub (Revista Espéculo).
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